¿Porque purgar los radiadores?
Purgar los radiadores ayuda a mejorar el rendimiento del sistema de calefacción porque su finalidad es sacar el aire que se acumula en el interior para que éste no interrumpa la circulación del fluido caloportador y el radiador pueda calentar de forma homogénea. Este aire se puede formar por varias razones:
1. Evaporación del agua dentro del circuito de calefacción.
2. Cierre del suministro de agua a los radiadores por obras en la instalación.
3. Espacio prolongado de tiempo durante el que los radiadores han estado apagados.
La formación de bolsas de aire en el circuito de calefacción es un fenómeno completamente normal, ya que la propia agua contiene oxígeno, que quede quedar atrapado dentro de los radiadores cuando esta se evapora por el calor. Por esta razón, la purga de aire debe realizarse en todos los radiadores del inmueble, sea cual sea el tipo de radiador.
Si se realiza de forma correcta, se consigue mejorar el rendimiento de la calefacción, de su caldera de gas y también reducir el consumo de energía.
¿Por donde de purgan?
Todos los radiadores incluyen una válvula llamada ‘purgador’ que es el que permite hacer esta extracción del aire interior de los radiadores. Esta se encuentra normalmente en uno de los extremos superiores del radiador.
Existen dos tipos de purgadores: automáticos y manuales. En los automáticos no debemos hacer nada, el aire se expulsa por sí mismo. Sin embargo, en los purgadores manuales debemos ser nosotros mismos los que iniciemos el proceso de purga (Pueden ser purgados por el propio usuario o por un técnico que se encargue de las revisiones del sistema de calefacción).
¿Cuando purgarlos?
Para saber si debemos purgar un radiador basta con tocarlo y comprobar si está frío en la parte superior y/o se escucha un ruido característico, como un gorgoteo.
Las bolsas de aire que se acumulan en su interior impiden que el agua circule correctamente y el calor no se reparte uniformemente. Además, este oxígeno atrapado en las tuberías puede volverse corrosivo y dañar su capa protectora. En caso de detectar óxido o picadas en los radiadores se deberá llamar a un técnico experto que valore la posibilidad de cambiar los radiadores por otros nuevos.
Purgando los radiadores conseguimos que la calefacción funcione correctamente, transmitiendo el calor necesario por toda la estancia. De esta forma también se consigue ahorrar en la factura del gas ya que calentará de forma más rápida y eficiente.
¿Como hacerlo?
Para hacerlo de forma correcta es conveniente seguir estos cinco consejos:
- Debes realizarlo al inicio de cada temporada de frío antes de poner en marcha la calefacción por primera vez.
- Si tu casa es de una sola planta, comienza purgando los radiadores más cercanos a la caldera, de forma que vayas siguiendo el curso del agua por el sistema de calefacción. Si, por el contrario, tienes una vivienda de varios pisos, comienza siempre por las plantas superiores. Lo habitual es que la mayor parte del aire se concentre en estos radiadores.
- Para purgar es necesario girar el purgador con un destornillador plano (si tiene una hendidura en el centro) o con una llave especial (si presenta otra forma). Conviene poner debajo un recipiente que recoja el agua que caerá.
- Gira suavemente el tornillo en sentido contrario a las agujas del reloj hasta que se expulse el aire de dentro del radiador. Oirás un pequeño silbido. Cuando el aire comience a agotarse, saldrá junto con un poco de agua. Cuando salga un chorrito de agua de forma continua, vuelve a girar el tornillo para cerrar el purgador.
- Una vez finalizado comprueba que la presión en la caldera esté entre 1 y 1,5 bares. Si esto no fuese así, debería realizar un rellenado de agua en caldera hasta conseguir la presión indicada.
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